jueves, 18 de septiembre de 2014

Para combatir el calor

Bueno, ya parece que el verano toca a su fin.
Llegan las tarde de lluvia, de frío, de nieve, en las que no te apetece salir de casa. (Comprendedme vivo en Burgos). 

¿Qué mejor manera de pasar esas tardes que calentándote la cabeza delante de un tablero, puteando a amigos, riéndote de su agonía y haciendo tu particular baile de la victoria delante de ellos? Lo que viene siendo echar algunas partidas.

Pero, ahora que lo pienso, esto no es exclusivo de las tardes en las que hace más frío que en el bautizo de Pingu. El verano también ha dado para mucho. Y, como llevaba tiempo sin escribir por aquí, en las proximas entradas haré un resumen de mi verano jugón.

¡Allá vamos!


Dejando aparte las nuevas cajas que se han instalado en la estantería, de las que hablaré más adelante,
quiero confesar que soy culpable. He contagiado el virus.

Una  pareja de amigos se ha mudado bastante cerca de nosotros y un día entraron a casa y vieron nuestra estantería.

"Oye, ¿por qué no quedamos un día y aprendemos a jugar a alguno de estos juegos?"

Ya estaban perdidos. Así fue.

Os iré contando como han sido sus primeros pasos en cada uno de los juegos a los que han jugado.

Comenzamos, como era de esperar, con el Aventureros al tren: Europa.
Los pillaron rápidamente (tampoco es física nuclear...o nu-ce-lar). Una partida siguió a la otra y a día de hoy sigue siendo el juego que nos piden para llevarse a casa y seguir jugando. En la primera partida ya ganó uno de ellos por lo que alimentó mas aún la sensación de estar pasándolo bien.

Otro juego que rápidamente quisieron probar fue El misterio de la Abadía. De este juego hablaré en otra entrada con más tranquilidad.  Tenían el recuerdo de las tardes de su infancia, viendo a Espinete, comiendo pan con chocolate y jugando al Cluedo, por lo que les enganchó el juego desde el minuto uno. Puteo leve, pero efectivo, intentar guardarse un par de cartas y recorrer las salas de la abadía nos han ocupado varias tardes. Resuemiendo, el Hermano Adelmo ha muerto ya más veces que Chanquete.

Y luego decidieron lanzarse a la piscina con La fuga de Colditz. Aunque también hablaré del juego más adelante, he de deciros que no tienen precio esos momentos en los que ellos, casi de pie sobre el tablero invitaban a salir al oficial alemán para tejer el mejor plan de fuga.

Aún quedan muchos juegos que hemos probado este verano con ellos. 
¿Qué juego recomendarías para iniciar a amigos en los juegos de mesa?
¿Cuál propondrias para engancharlos definitivamente?
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